martes, 9 de diciembre de 2008

Crepúsculo


Historia de amor entre un vampiro y una humana. Bella Swan (Kristen Stewart) siempre fue una chica algo diferente, sin seguir las tendencias del resto de las chicas de su instituto de Phoenix. Cuando su madre se vuelve a casar, manda a Bella a vivir con su padre, a la pequeña y lluviosa ciudad de Forks, Washington, donde ella no espera nada. Pero entonces conoce al misterioso y atractivo Edward Cullen (Robert Pattinson), un joven que pronto demuestra no ser como los demás

Cada vez que mis pasos pisan la moqueta del cine siento una mezcla de inquietud, ansiedad y temor. Cuando la película a visionar va precedida de grandes críticas, esta sensación aumenta exponencialmente. Veo mucho cine, y reconozco que las expectativas son enemigas del minucioso espectador.
Si tuviera que definir el filme, lo primero que me viene a la cabeza es “nada”. El guión es simple, soso e incrédulo, los diálogos se acercan peligrosamente al rídiculo, los personajes son inverosimiles, tan superficiales y triviales que jamás llegan a transmitir es fuerza que se le supone a la lectura del libro. La directora maneja al espectador descaradamente y ofrece un producto edulcorado, sin fundamentos. La historia esta mal estructurada, por un lado nos presenta un romance muy forzado, muy rápido en el tiempo, como si estuviese encajada con calzador, olvidándose por momentos que ese amor es el sustento de la obra, de hecho, esa arrebatadora e inmensa historia de amor que propone el libro desaparece en la película, no hay rastro de ella, no tiene alma, es como si sólo hubiesen adaptado los nombres de los personajes y punto. En las secuencias de acción da la sensación de haber contratado efectos especiales de segunda, con el objetivo de simular a Tigre y Dragón, consiguen un producto bastante cutre, a medio camino entre películas de serie B y telefilmes. Sobre las actuaciones, mejor no hablar, no hay feelling entre los protagonistas, no existe esa chispa, no hay magia, su idilio es más un "enconñamiento" que otra cosa. Me reafirmo en mi opinión al definir la película. No hay nada en la historia de amor, no hay nada en los efectos especiales, no hay nada en las interpretaciones y no hay nada en el guión.
Lo mejor; la textura de la cinta, a veces, y sólo a veces, ese color azulado me recuerda a Kubrick. La fotografía no esta mal conseguida aunque se eche de menos esa sensación de humedad bucólica.
Decepcionante.

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