sábado, 20 de diciembre de 2008

El Intercambio


Basada en Hechos Reales. Los Angeles, año 1928. Christine Collins (Angelina Jolie) es una madre que recupera a su hijo, al que habían secuestrado meses antes. Pero en la locura del muy fotografiado reencuentro, comienza a sospechar que el niño que le han entregado no es su hijo. A pesar de unas fuerzas del orden corruptas y de una opinión pública más que escéptica, intenta dilucidar el misterio cueste lo que cueste. Tachada de loca e incapacitada, por fin encuentra un aliado en el reverendo Briegleb (John Malkovich), que la ayudará en su búsqueda...

Despacio, preciso, sutil. Eastwood no es un director de cine, es algo más. El cine en sus manos se convierte en el mejor momento del día. Con sigilo, sin prisas. Minuciosamente nos encandila creando la atmósfera ideal para presentar la historia perfecta en el momento perfecto. Sin fuegos de artificios, sin recurrir al maniqueo ejercicio de planos abusivos, el maestro Eastwood delinea una sinfonía donde todo funciona de forma impecable. Preciso y sintético, el ambiente que toma la película te va atrapando irremediablemente, cuando menos te lo esperas ya estas en la pantalla, entras, sientes, percibes el aire de los años 20 gracias a tu gran recreación, te ves como un espectador privilegiado que en primera fila asiste a una historia donde todo funciona. Eastwood te presenta horror y sientes horror. Eastwood te presenta impotencia y sientes impotencia. Eastwood te presenta desesperación, odio, rencor y no tienes más remedio que rendirte ante lo que pasa delante de ti, porque todo esta contado con un realismo y detalles tan meticulosos que te sientes un autómata. El director no necesita de trucos sin prestigio, con 2 juegos de luces es capaz de presentar una historia de terror, de desesperación, de abusos de poder, de esperanza, la historia gira, tu giras, te hace un nudo en el estómago, nace en ti la sensación de impotencia, lloras, ries, gritas (por dentro, que estamos en un cine) y todo sobre el mismo escenario, con el mismo transfondo y contado de forma insuperable. Las actuaciones sin impecables, la Jolie mimetiza el personaje y suelta chispas que llegan a quemarte, aunque a veces se le ve perdida y cansina, sabe trasmitir la tenacidad de una madre atormentada por el dolor. Malkovich siempre esta impecable, lástima que su personaje no tenga más minutos porque su talento traspasa la lona, se sienta contigo y te cuenta quien es, que hace y porqué lo hace.
En definitiva, la película es otra obra maestra, obra vuelta de tuerca, otra pieza que estudiar minuciosamente para darse cuenta de que estamos ante el director más osado, perfeccionista y hambriento de los últimos 20 años.
Muchas Gracias Sr. Eastwood.

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