Mongol

Narra la vida del legendario y tembile Genghis Khan desde su esclavitud hasta que conquistó la mitad del mundo, incluyendo Rusia en 1206. Una superproducción de corte épico que fue seleccionada por Kazajstán como candidata al Oscar a la mejor película de habla no inglesa Esta película la definiría como una pequeña joya. De vez en cuando el cine te da sorpresas, entras en la sala y al salir quedas totalmente satisfecho por el disfrute que supuso ese maravilloso momento. Antes de ver una película histórica suelo empaparme del personaje en cuestión. En este caso ya conocía a Genghis Khan debido a las aventuras de Marco Polo. Sin embargo siempre me llamará la atención la forma que dibuja el director todo el mundo que rodea al personaje. En Mongol salí entusiasmado, Bodrov nos traza un personaje taciturno, hechizado por el poder que da el poder absoluto y la delgada línea entre la equidad y el egocentrismo más corrupto y maniqueo. El filme es bello, imágenes cargada de poesía, la textura es sobervia, esa combinación entre el gris de las batallas, el azul y verde de los paisajes son realmente fascinantes. El guión funciona en todos los aspectos, no hay saltos manipulados en el tiempo, no existen problemas de ritmo, todo fluye. El vestuario, la ambientación, los escenarios, todos esta trabajado al último detalle, y los protagonistas realizan un esfuerzo admirable a la hora de conseguir crédito frente a las cámaras. Si tuviera que ponerle un pero sería en su duración; aunque sea primera parte de una trilogía, esta película se hace poco con menos de 2 horas de metraje. Vaya a verla porque le hechizará.